Reflexiones en contexto de pandemia: Lenguaje, Discursos, Fútbol Masculino: Categorías para analizar y reflexionar sobre el Clásico Porteño


Quizás en un corto periodo y particularmente hace un par de años atrás, resultaban poco cuestionables ciertas prácticas instaladas en el mundo de las barras e hinchadas en general y particularmente también en el mundo Wanderers. De hecho aludir explícitamente a prácticas sexuales, cánticos sexistas y un sinfín de caracterizaciones humillantes a mujeres, niñxs, personas migrantes y LGTBQ+ han formado parte del rol masculino dominante y hegemónico que en el ámbito del fútbol ha reproducido una forma de hacer un lenguaje sin cuestionamientos.


Hay una frase que siempre puede tener sentido y razón: “El lenguaje construye realidad” y se hace tan presente hoy en la antesala de una nueva versión del “clásico porteño”.

Con el pasar de los años y el desarrollo de visiones críticas que se han ido levantando en la interna del mundo fútbol, se ha puesto énfasis en erradicar las prácticas discursivas y sociales que hacen alusión al uso de expresiones bélicas, incluyendo las referencias violentas, sexistas, homofóbicas, transfóbicas y de maltrato directo a la niñez.

Entendemos que esto es una pasión que no se puede explicar, pero los femicidios en los años 80 y 90´s se explicaban en un titular en rojo que eran por “pasión”. No descuidemos nuestra reflexión sobre nuestros actos, nuestras acciones están teñidas por el contexto cultural en el que nos encontramos. Hemos avanzado hacia nuevas lógicas de trato y relaciones, hace poco presenciamos en Santiago como un joven identificado con los colores de Colo-Colo auxiliaba a un joven hincha de la Universidad de Chile inconsciente en el río Mapocho luego de ser arrojado por la policía de un puente.

El germen fascista de dañar, matar y violar a la hinchada rival ha resultado muy favorable para mantener el sentimiento neoliberal de competencia instalado en nuestras mentes, por un sistema que nos quiere divididxs, alejadxs, atemorizadxs ante la presencia de lxs otrxs. El capitalismo hostil y salvaje necesitaba de ese aspecto para mantenerse, pero hoy tiembla ante la organización popular y social que levanta un solo grito de lucha.

En este espacio reflexivo solo queremos recordar que, dentro del actual contexto, nos hemos encontrado marchando y luchando todos y todas juntxs, sin distinción de club, de equipo, de nada. Había un lienzo que decía “perdimos mucho tiempo peleando entre nosotros” y cuánta razón contenía esa frase que hizo que marcháramos sin temor junto a equipos distintos del nuestro.

Asumimos que el fútbol ya volvió con una altísima cobertura mediática y a pesar de nuestra postura, no podemos desconocer que mucha gente ha estado disfrutando, sufriendo y acompañando al Decano y este sábado se desarrollará una nueva versión del Clásico Porteño, donde jugarán Santiago Wanderers y Everton. Entonces ¿es posible disfrutar y alentar al Decano sin aludir a un conflicto bélico, aludir a la cultura de la violación, del machismo, de las fobias y odio a la homosexualidad y transexualidad, a la cultura de que “soy tu papá” invalidando la niñez y sus múltiples expresiones y encasillando al “padre” de forma permanente como expresión máxima de patriarcado, anulando a mujeres, niñxs y aquellxs que no son padres?

Consideramos que, sí es posible un fútbol distinto, un fútbol distinto en todas sus categorías, profesionales, amateur, de barrio, de amigxs. Por eso hagámoslo alentemos al Decano o ¿es qué acaso alentar a Wanderers es humillar al contrincante? Justamente alentar a Wanderers es solo alentar, animar e hinchar por Wanderers. ¿Qué opinan ustedes? ¿realmente queremos que todo cambie? ¿Estamos dispuestxs a modificar esas prácticas en nuestros contextos más próximos y más distantes?