Por César Ojeda, kinesiólogo.
La verdad es que desde la lesión de Sebastián Reyes y de Agustín Parra me he preguntado qué pasa con el proceso de recuperación de las lesiones en Santiago Wanderers, dónde se está fallando dentro de esta cadena; ¿será en el proceso?, ¿estará el problema en la reinserción? ¿o derechamente estará en el trabajo del preparador físico de turno? Esas son preguntas que me vengo haciendo desde hace un tiempo.
Revisemos el caso en particular de Agustín Parra, quien el año 2013 padece su primera lesión grave, que es la rotura de su ligamento cruzado de su rodilla izquierda. Ya en el 2015 sufre el corte tendón de Aquiles de su pie izquierdo, lesión que lo debió tener al margen por un periodo de 6 a 7 meses y que si bien ha tenido una recuperación satisfactoria, ya lleva cerca de 3 años con el jugador alejado de las canchas debido a una seguidillas de desgarros fasciculares, siendo uno de ellos el 2016 de 6.5 cms. y que lo mantuvo fuera de la práctica deportiva por más de un año, para verse posteriormente afectado por un nuevo desgarro fascicular a principio del año 2017 y a la fecha aún no vuelve a jugar por Wanderers.
Aquí es donde comienzan mis interrogantes, porque esta situación particular deja más dudas que certezas con respecto a cómo se trabajan los procesos de rehabilitación y reinserción de la práctica deportiva en Wanderers. Como profesional me pregunto si se estarán trabajando de buena manera los entrenamientos complementarios al proceso de rehabilitación para el resto de la musculatura, tanto de extremidades superiores como inferiores no afectadas, y qué sucede con el trabajo propioceptivo* propio de este tipo de lesiones, que en la mayoría de los casos es el principal causante de lesiones musculares posteriores a lesiones de gran magnitud como las que ocurrieron a este jugador. Otra gran duda que me asalta es cuál es y en qué condiciones se encuentra la infraestructura en cuanto a maquinaria de fisioterapia respecto a modernidad y tecnología y en relación a gimnasio para musculación y ejercicios de rehabilitación – que ojo, no es lo mismo que un gimnasio tipo – y es en este tema que me hacen ruido alguna de las declaraciones de David Pizarro, recordando que todo su proceso de recuperación fue realizado en una clínica en Santiago… y eso por alguna razón fue así.
Por otra parte, parece ser que la preparación teórica de los preparadores físicos que han pasado últimamente por Santiago Wanderers es a lo menos deficiente. Digo esto debido a que, desde su última lesión muscular el año 2016, ninguno ha podido o ha sabido reintegrar a Parra al trabajo a la par de sus compañeros, y al momento que lo han hecho el jugador ha vuelto a lesionarse, lo que para mí resulta inaceptable para tipos que supuestamente están formados para trabajar con deportistas de alto rendimiento y que al día de hoy no han demostrado una calidad profesional en su trabajo.
La verdad es inexplicable como una lesión que debió haber estado resuelta en máximo 7 meses tiene a un jugador cerca de 3 años sin practicar y poder defender los colores del decano del fútbol chileno por diversas nuevas lesiones que vienen arrastradas de la lesión original. Creo que las críticas realizadas por David Pizarro tienen asidero en este caso, y es por esto mismo que merecemos explicaciones de parte del cuerpo médico de Wanderers, y esto es hablando sólo de este caso en particular.
Necesitamos asimismo explicaciones respecto a lo ocurrido con futbolistas de proyección tales como Sebastián Reyes, quien tiene más de un año sin poder volver a la práctica de la actividad por un desgarro de ligamento cruzado anterior operado; o como el caso de Ángelo Quiñónez, un jugador que sufrió el corte de su ligamento cruzado anterior y rotura de meniscos de su rodilla derecha en febrero del 2017, lesión que tiene una recuperación de 6 meses incluida su operación y que ya completa un año sin poder volver a la alta competencia. ¿Será el nuevo Agustín Parra? ¿Qué está fallando?, ¿Quién es el responsable directo e indirecto?, ¿el problema es la rehabilitación precaria o la escasa formación profesional de los preparadores físicos que han pasado por nuestra institución?, ¿podría ser el escaso conocimiento de las personas que componen nuestra comisión fútbol sobre los profesionales que componen los diferentes cuerpos técnicos que han pasado por Wanderers? Éstos y más son los cuestionamientos que pueden hacerse a partir de este precario proceso de recuperación de nuestros jugadores tanto de proyección como de nuestro plantel profesional.
* Propiocepción: sistema o mecanismo que tiene el cuerpo para conocer su posición y orientación en el espacio
Movimiento 15 de Agosto 