EL VERDADERO PLAN DE SALVATAJE DE NICOLÁS IBÁÑEZ

Ibáñez Plan de Salvataje

El llamativo titular del diario La Tercera acaparó la atención del afligido pueblo wanderino. El encabezado del periódico del grupo Copesa anunciaba que Nicolás Ibáñez Scott, controlador de la Sociedad Anónima que tiene la concesión de Santiago Wanderers, había desarrollado un elaborado plan que pretendía ir al rescate del Decano del fútbol chileno, hoy penúltimo en la tabla de posiciones de Primera B y con serio riesgo de descender a Segunda Profesional.

El contenido de la noticia, sin embargo, fue tan desilusionante como los resultados del cuadro Caturro estos últimos años. La nota, más allá de ser una recopilación de algunas decisiones ya implementadas por la SADP, no trae absolutamente ninguna novedad. Para La Tercera, la llegada de Moisés Villarroel a la banca en reemplazo de Nicolás Córdova, el regreso de viejos conocidos como Hernán Cortés y Osvaldo León al directorio de la concesionaria y la contratación de Francisco Alarcón con Luis “Larry” Valenzuela completan la brillante estrategia de Ibáñez. Mejor reír para no llorar.

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La mayor deuda por pagar que mantiene la SADP es con su principal accionista, Ibáñez Scott, quien presta dinero con un interés del 4,5%

No obstante, la tendenciosa y salamera crónica permite entender algunas cosas relevantes de la política desarrollada por la S.A en estos días. Y es que, a todas luces la concesionaria realiza un acabado control de daños, intentando aminorar las consecuencias negativas de una gestión desastrosa, utilizando a su paso a un sector de la prensa que más que periodismo parece dedicarse a las relaciones públicas de las élites. Para quien no ha seguido de cerca el pedregoso derrotero de Wanderers y se limita a leer lo publicado por La Tercera, podría parecer que Ibáñez Scott es un tipo preocupado, compenetrado con el sentimiento del hincha, cuyo deseo no es otro que levantar a una alicaída institución para “devolverle algo a Valparaíso”. ¡Lindo y altruista… nada más alejado de la realidad!

Lejos de limitarse a un intento de manipulación de la opinión pública, a través de publicaciones programadas en los medios, otros hechos evidencian también la renovada actitud de los anónimos. El ingreso de Osvaldo León al Directorio y la reconciliación con Jorge Ormeño, quien se ha sumado como asesor deportivo, captador de jóvenes valores y rostro del “Wanderers Social”, son dos pasos contundentes en esa dirección.

Y no es que no celebremos el retorno de “Figura”. Ormeño es un tipo identificadísimo con Wanderers, que se caracteriza por un sobrado conocimiento del club y por su frontalidad y honestidad a la hora de encarar los problemas y las diferencias, por lo que no nos cabe duda que será un aporte al futuro del Club, por lo que no podemos sino alegrarnos por su retorno. ¡Pero ojo! No confiamos en los anónimos. Mientras,  las intenciones de Ormeño son sinceras y buscan levantar al club del dificilísimo momento que atraviesa, tenemos la absoluta claridad de que la Sociedad Anónima persigue aplacar a uno de sus más grandes y sólidos detractores y poner paños fríos al creciente descontento que existe en Valparaíso. ¡Todo bajo el manoseado y vacío slogan de la unidad!

¿Y por qué vacío? Porque si bien, hablar de trabajo conjunto y concertado suena tentador, lo cierto es que las decisiones las terminan tomando siempre los mismos. La mejor prueba de lo anterior fue la contratación de Nicolás Córdova como técnico la temporada 2017, definición que no pasó ni a modo de consulta por la Comisión Fútbol, y fue tomada derechamente por el socio y abogado personal de Ibáñez, Alberto Eguiguren.

Así las cosas, en el caso de la concesionaria el llamado a la unidad no es más que un canto de sirena, un fuego de artificio lanzado hacia aquellos hinchas que con toda la buena fe del mundo piensan que “remar todos para el mismo lado” es posible.

No resulta descabellado pensar que en el mediano plazo Ormeño pueda terminar siendo apuñalado por la espalda por la SADP o enfrentándose a sus dirigentes. Aun cuando tenemos la tranquilidad de que el Negro es un crack que no se presta para ser mera comparsa de los poderosos.

Por otro lado, la elección de Rafael González en reemplazo del desgastado Jorge Lafrentz, no es para nada casual. Desde su llegada a la presidencia, González ha buscado proyectar desde lo discursivo una imagen más cercana a la Corporación Wanderers y a las bases caturras, dejando de lado el estilo prepotente y desvergonzado de su antecesor, que poco ayudaba a apagar incendios. ¡Necesario cambio de marioneta para el titiritero Ibáñez!

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Nicolás Ibáñez Scott posee el 79.04% d las acciones de Santiago Wanderers SADP.

Podemos concluir que el mentado “plan de salvataje” ¡sí existe!, pero contrario a lo que se plantea en la nota no está dirigido a rescatar del abismo a Wanderers, sino que a preservar y recuperar la imagen de Ibáñez Scott.

Llama la atención, la especial dedicación que le ha puesto el ex controlador de Wallmart al tema. Quizás sean las protestas en el estadio, el apriete en Melipilla, o las derrotas judiciales que ha tenido su Inmobiliaria Del Puerto S.p.A., en el intento por avasallar con el Parque Pumpín construyendo decenas de altísimas torres de edificios, pero desde el 2015 a la fecha (la toma de la sede marca un hito en este sentido) la manija de Ibáñez es cada vez más directa.

Mientras el barco de Wanderers hace agua y amenaza con hundirse, Nicolás Ibáñez, como vil rata, busca salvarse a sí mismo del naufragio. Tengamos claro entonces que no será él quien nos saque a flote y evitemos poner (y perder) fichas creyendo en una colaboración con la SADP. Centremos los esfuerzos y el trabajo en nuestro mejor capital, en lo que en palabras de Marcelo Bielsa es lo único que es insustituible en el fútbol, !Los Hinchas! Al final del camino, ellos habrán desaparecido y seremos nosotros quienes debamos hacernos cargo de lo que dejen.

 

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