Lo dicen por ahí, casi siempre: “un pueblo sin memoria, es un pueblo sin historia”. Estamos por vivir quizás uno de los momentos claves en el fútbol chileno, tal como en el 2005, cuando a través de la dictación de la Ley 20.019 (Ley S.A.D.P.) se instauró un proyecto que se alimentó del Chile progresista en los noventa.
Por supuesto que no hablamos del campeonato, ni de que se define la parte alta y la baja de la tabla, ni del buen momento futbolístico de nuestro querido Decano (heroico). Más bien se trata de una nueva constatación de que desde que la alegría no llegó, por allá en la década noventera, nuestras vidas han mantenido diversas imposiciones mercantiles, siendo una de ellas la explotación hostil y salvaje del fútbol y de los clubes sociales y deportivos del balompié nacional, teniendo en cuenta que desde los 80 en adelante se consolidó el proyecto de “fútbol de mercado o “fútbol espectáculo” de Joao Havelange y sus secuaces FIFA, junto a la lectura local de la Asociación Central de Fútbol, conocida actualmente como ANFP.
Hoy se reúne el “honorable” consejo de presidentes de la ANFP para mostrar su pulgar arriba o abajo, decidiendo sobre el futuro de Deportes Concepción, importante institución de la capital de la región del Biobío. La Sociedad Anónima que administra al “León de Collao” acumula 5 meses saltados sin pagar al plantel de jugadores, cuestión que de acuerdo a la normativa ANFP implica descenso automático, pese a que la escuadra lila, en una muestra de pundonor extraordinaria, ha llegado a la liguilla de promoción del ascenso pese a no haber cobrado sus remuneraciones. Es decir, futbolistas e hinchas corren el riesgo de pagar las consecuencias de una crisis que ellos no han generado y de la cual son, en estricto, rigor víctimas.
El futuro del cuadro penquista depende entonces de los buenos o malos deseos que para el fútbol chileno tenga el Consejo, sin embargo, es necesario preguntarse ¿quiénes componen dicho espacio?, ¿quiénes se encuentran de nuestro lado?, ¿a qué interés responde desafiliar a un club con medio siglo de historia y memoria, asentado en un lugar, es decir, un club que ocupa un lugar en los ejes temporal/espacial?, ¿y si fuera Colo Colo o la Universidad de Chile los que atravesaran esta situación, cuáles serían los esfuerzos por no hacer desaparecer a tan “brillantes” Clubes?
Y así como un senado romano, los empresarios del fútbol (y seguramente de otros rubros de la producción más), disfrazados como nobles dirigentes de Clubes, humildes y meritocráticos, decidirán nuevamente sobre la historia e incidirán en un cambio radical en el fútbol chileno, enraizando aún más este modelo fracasado, en el cual sólo importa la generación y acumulación del capital.
En este contexto, vemos con ojos críticos la labor del SIFUP, dado que han perdido peso histórico, pues si bien llegó a un acuerdo con los jugadores “profesionales” y logró una mediación con la ANFP que evitó el paro anunciado para el fin de semana pasado, no logró introducir el discurso de que las S.A.D.P. son el problema, de que el modelo es el problema y de que la ANFP hoy representa intereses mercantiles y de grandes grupos económicos que están dispuestos a lo que sea por contar de controlar y aumentar su capital.
Ante ayer hablaba al país Andrónico Luksic, en un monólogo en el cual demostraba su poder y control que posee (“soy un ser humano igual que todos ustedes, pero soy un poderoso“), y eso no resulta extraño para nosotros/as, pues sus palabras nos recuerdan a aquella edición de Navidad del 2015 del Mercurio de Valparaíso y su portada con Ibáñez Scott, intentado demostrar su poder y fuerza (y también apelando a su historia de wanderino y porteño esforzado). Probablemente, hoy hable Salah y se refiera al final del consejo. Dirá que esto es lo mejor para el fútbol chileno, cuando lo que se estará haciendo será proteger el interés de aquellos que han visto en este modelo: “grito y plata”, y por supuesto la reproducción de su poder.
Nuestra solidaridad está con los y las hinchas de Deportes Concepción, que de ser desafiliados serán parte de nuestra memoria, de nuestra historia, es decir un ejemplo más de que tenemos que avanzar en la recuperación de nuestro balón-pie nacional, para transformar el cruel y fracasado modelo de las SADP y el neoliberalismo como formas de relación social. No perdamos de vista que la ANFP es un representante orgánico del problema, HOY POR HOY REPRESENTA INTERESES DE EMPRESARIOS, no de HINCHAS, ni de SOCIOS ni de SOCIAS.
Movimiento 15 de Agosto 