Reflexiones de David Pizarro: Una invitación a rebelarnos en contra del Fútbol Mercado.

         A estas alturas es por todos conocidos las declaraciones emitidas por David Pizarro con respecto a la realidad de nuestro Club y del Futbol Nacional. Mientras escribimos esta nota, muy probablemente el mismo (o sus abogados) se encuentran firmando el finiquito anticipado de su contrato como jugador con Santiago Wanderers S.A.D.P.

Como organización sin duda nos sentimos representados por las palabras de David. Sus críticas son valiosísimas en tanto no sólo se queda en el análisis de la realidad de Wanderers sino que también apuntan a develar y denunciar un modelo de Fútbol de Mercado que nos explota, criminaliza y minimiza en todo sentido. Reduciéndonos a ser meros espectadores pasivos del devenir de nuestros Clubes e Instituciones.

¿Qué es lo que dice David sobre Wanderers?, dice cosas por todos sabidas, a través de rumores, comentarios de amigos o funcionarios del Club o incluso de jugadores: Mantagua no cuenta con una sola cancha decente, el trabajo con los Cadetes dista años luz de ser un trabajo integral, no existe un Cuerpo Médico estable y confiable, quien realmente toma las decisiones no está nunca presente, etc.

¿Equivoca en algo en sus palabras?, claramente no, simplemente devela desde su tribuna de privilegio para con los medios cosas que muchos (incluso más allá de nuestra organización) hace años venimos denunciando.

¿Qué es lo que dice David sobre el Futbol Chileno?, también manifiesta cosas que son más que sabidas, tales como: El regalo de la infraestructura por parte del Estado con plata de todos nosotros a privados (nada muy distinto a lo que hizo la Dictadura con el remate de nuestras empresas públicas), que a pesar de contar con modernos Estadios los horarios y precios de las entradas son pensados meramente desde la perspectiva del Espectáculo Televisivo ninguneando al hincha, que es finamente el imprescindible en esta actividad.

Lo interesante es que David va mas allá incluso y derechamente apunta al modelo de explotación (administración dirán otros) de nuestro futbol, más que a la crítica puntual de una falencia, se da cuenta y denuncia que finalmente nada de aquello es azaroso ni antojadizo, no responde a una incapacidad técnica de resolver dichas decisiones sino que a una decisión ideológica de que así es como deben transcurrir las cosas, en tanto esa es la forma que permite estrujar de mejor manera los bolsillos de los hinchas y el dinero de la televisión.

En vista de aquello es necesario poner atención a la situación en 2 niveles. Primero, qué viene después de la renuncia en cuanto a las acciones que tomará o no Pizarro, es decir, si a la denuncia y certero análisis hecho añade alguna acción concreta de apoyo a proyectos alternativos de construcción de nuestro club. Y por otro, más allá del dolor y decepción que embarga a muchos de nuestros hinchas, cómo nos levantamos de aquello y con o sin David nos hacemos cargo de combatir a nuestros enemigos y levantar alternativa, entendiendo que todos o la gran mayoría coincidimos en las palabras y el diagnóstico por él expresado.

Con respecto a lo primero, extendemos desde ya la invitación a David a trabajar en conjunto. El diagnostico lo compartimos, probablemente el camino no difiera mucho para unos y otros, pero también y de manera fundamental le hablamos a ese David que es Socio de nuestra Corporación Santiago Wanderers, invitándolo a acercarse a ella, ya que desde lo legal e institucional es sólo y desde ella que podremos materializar en algún momento la posibilidad de controlar nuestro Club de manera efectiva quienes somos Socios, Socias e Hinchas y que somos finalmente Wanderers.

Con respecto a lo segundo. Recordar las palabras de nuestro himno y que también ha inspirado siempre nuestro actuar: somos los llamados a Defender el Nombre y la Honra del Club. Nosotros y nosotras nadie más puede hacerse cargo de aquello. Esperamos sinceramente que una vez pasado el dolor y decepción que muchos puedan sentir, transformen éste en acción y trabajo en el proceso de reconstruir nuestro Club.

El tiempo se dedicara a juzgar y poner en su lugar a cada actor y situación de las que hoy dominan nuestra contingencia, mientras tanto el camino es uno solo: rebelarnos y trabajar por un Nuevo Wanderers, un Nuevo Fútbol y un Nuevo Mundo.